domingo, 21 de octubre de 2007

Violencia Intrafamiliar - Charla

Violencia Intrafamiliar

Carola Valdés Castro

La violencia intrafamiliar, es un fenómeno que en estos últimos años ha tomado una lamentable relevancia, tanto a nivel mundial como nacional, y es por esto que es necesario hablar del tema, conocer sus características y las consecuencias de vivir este tipo de violencia.

Para contextualizar el término, revisaré primero algunas concepciones de éste recopiladas de diversos estudios:

“Cualquier forma de abuso, ya sea físico, psicológico o sexual que tiene lugar en la relación entre los miembros de una familia (Corsi, 1994).”

“Desequilibrio de poder, y es ejercido con el fin último de ejercer control sobre la relación (Hernández y Limaña, 2005)”

“Fenómeno social que ocurre en un grupo familiar, sea este el resultado de una unión consensual o legal y que consiste en el uso de medios instrumentales por parte del cónyuge o pareja para intimidar psicológica, física, intelectual y/o moralmente a su pareja, con el objeto de disipar según su arbitrio y necesidad, la vida familiar” (Larraín, S., 1993).

Todas las definiciones dan cuenta de una situación de desmedro por parte de uno de los cónyuges a causa de acciones ejercidas por el otro y que indiscutiblemente menoscaban a la víctima y causan un deterioro en la vida familiar.

Dentro de las formas de VIF, se encuentra el maltrato infantil, el maltrato a los ancianos y la violencia conyugal, siendo esta última una de las modalidades mas frecuentes y relevantes entre las categorías de violencia (Star, 1980, Roscoe y Benaske, 1985, Vila de Gerlic, 1988 en Azocar y otros, 1991).

Se distinguen dentro de VIF diferentes tipos de violencia, los que se clasifican en:

Física: Actos que atentan o agreden el cuerpo de la persona tales como empujones, bofetadas, golpes de puño, golpes de pies, etc.

Psicológica: Actitudes que tienen por objeto causar temor, intimidar, y controlar las conductas, sentimientos y pensamientos de la persona a quién se está agrediendo como las descalificaciones, insultos, control, etc.

Sexual: Imposición de actos de carácter sexual contra la voluntad de la otra persona. Como por ejemplo exposición a actividades sexuales no deseadas, o la manipulación a través de la sexualidad.

Económica: No cubrir las necesidades básicas de la persona y ejercer control a través de recursos económicos.

En una situación de violencia se pueden presentar todos ellos, así como puede prevalecer algún tipo.

A fin de focalizar esta revisión en un tipo de violencia, y siendo el que ha estado mas en boga, y por ende el que necesita mas difusión para su conocimiento me referiré a la violencia conyugal.

Violencia Conyugal:

La pareja humana constituye una relación entre dos personas, que se juntan con el interés de vivir juntos, ligados por el sentimiento del amor o enamoramiento. Hemos de diferenciar al sistema pareja al de la familia, por tratarse de una organización distinta, con objetivos, emociones, conversaciones y acciones distintas a las del sistema familia. La principal diferencia en este sentido, provendría de la voluntariedad del vínculo y la paridad de quienes lo constituyen. ()

¿Qué es lo que pasa entonces, si lo que los une es el sentimiento del amor, en que momento se pasa a vivir la violencia conyugal?

Dentro de los modelos explicativos que intentan dar respuesta a que aspectos son influyentes a la hora de existir una situación de violencia conyugal, encontramos a Strauss quien plantea que conducta violenta en función de las características individuales, familiares, de la comunidad y de la sociedad en las cuales la persona está inserta.

1. Nivel del individuo se describe la carencia de recursos psicológicos, las pautas de relación inadecuadas y las dificultades en la comunicación.

2. Nivel familiar: existencia de violencia y de roles genéricos rígidos en la familia de origen, así como la falta de apoyo psicosocial

3. Nivel de la comunidad: aceptación de la conducta violenta como forma de resolver conflictos y pautas culturales que legitiman la dominación del varón hacia la mujer

Cabe destacar que los estudios que se han realizado al respecto no dan cuenta de características comunes entre las víctimas, es decir, no depende de, por ejemplo, el nivel socioeconómico de la familia. Sin embargo, existe cierta evidencia de que mujeres con estudios, son menos tolerantes a las situaciones de violencia, es decir, no dejan pasar estos episodios y toman cartas en el asunto.

Ciclo de la violencia conyugal:

Walker (1979) señaló que existiría un ciclo de violencia entendido como un proceso reiterativo que ocurre en fases sucesivas.

  1. Fase de tensión: agresiones menores las cuales van aumentando y que la mujer minimiza o niega, como una forma de controlar la violencia. Esta actitud pasiva aparente refuerza en el hombre la idea de su derecho a "disciplinar" a su mujer, pero al mismo tiempo experimenta temor del abandono de la pareja, a causa de estas agresiones.
  2. Fase de agresión aguda: más breve que la anterior, en esta fase existe una descarga incontrolada de las tensiones, produciéndose episodios graves de maltrato.
  3. Fase de reconciliación: arrepentimiento y demostración de afecto del hombre, quien se siente culpable y está convencido que no lo volverá a hacer. La mujer desea creerle y está dispuesta a ayudarlo a cambiar, recibe presiones de parte de las personas cercanas y se siente culpable de sus deseos de abandonarlo, por lo que acepta continuar en la relación

Consecuencias de Violencia Conyugal:

En el plano de salud física, se encuentran consecuencias tales como:

Enfermedades ginecológicas: dolor crónico pelviano, flujo vaginal persistente, sangrado genital de origen disfuncional.

Abuso y dependencia de alcohol y sustancias.

Enfermedades de transmisión sexual (ETS) y SIDA.

Daños corporales (lesiones con arma blanca) y daños más permanentes como quemaduras, mordidas o hematomas.

Quejas somáticas poco definidas (cefalea crónica, dolor abdominal, pélvico y muscular, fatiga crónica).

Cambios repentinos de peso.

Durante el embarazo: aumento del tabaquismo, aborto, control prenatal tardío, retardo de crecimiento, hemorragias del feto, muerte fetal y muerte materna.

En el ámbito psicológico:

Problemas de salud mental: trastornos del ánimo, depresiones severas, trastornos obsesivos-compulsivos, trastornos por conversión, trastornos de pánico, trastornos en la conducta alimentaria, trastornos en el sueño, episodios psicóticos, entre otros

Síndrome de estrés post-traumático (STPT).

Miedo y ansiedad.

Sentimientos de vergüenza.

Conducta extremadamente dependiente.

Enuresis y encopresis.

Suicidio

En el plano sexual:

Embarazos no deseados.

Disfunciones sexuales.

Obligación ejercida por parte del varón de la práctica de aborto.

Prohibición del uso de anticonceptivos.

Daños físicos y psicológicos en específico en el plano sexual.

Abuso, acoso y violaciones.

Fobias sexuales y de la sexualidad en general.

Mitos de la Violencia Conyugal:

Entre cónyuges no existe violación: cualquier acto sexual sin el consentimiento de la pareja, es una violación; ya que se está obligando al otro a acceder.

El embarazo detendrá la violencia: Frecuentemente hay un aumento de la violencia durante el embarazo y muchas veces el primer episodio de violencia física se produce durante el embarazo. Generalmente los golpes se dirigen especialmente al vientre de la mujer, produciéndole un aborto o complicaciones en el embarazo

Los hombres que maltratan a sus mujeres están enfermos y no son responsables por sus acciones: El maltrato es un comportamiento aprendido de las experiencias de la infancia y de los mensajes sociales justificando la violencia contra las mujeres. Los hombres que maltratan a sus mujeres o a sus hijos son, por lo general, sumamente seductores y agradables. También son excelentes vecinos y cumplidores en el trabajo. Si realmente estuvieran enfermos serían violentos no sólo dentro del hogar, sino también fuera de él. Pocos de ellos presentan alguna patología, sólo un 10% de los casos. Los golpeadores no están fuera de control y acusan a sus parejas de provocarla. Este mito permite justificar la violencia, evitando que la sociedad sancione el maltrato.

La violencia doméstica sólo es un problema familiar: Es un crimen contra la sociedad agravado por el vínculo, de la misma manera que lo es la violencia entre extraños.

Los anteriores son mitos que muchas veces se creen ciertos, y solo agravan la detección temprana de una situación de violencia, así mismo tardan la reacción por parte de una persona que esté sufriendo violencia intrafamiliar.

Violencia Intrafamiliar en el pololeo:

Además de las diferentes vías para educarse acerca del tema, o bien para denunciar una situación de VIF (anexo), existe una manera de prevenirla desde el pololeo, y es aquí donde es necesario el poner atención, ya que según lo declarado por la mayoría de las mujeres que han sufrido de VIF, ha existido alguna señal desde el pololeo, entonces es aquí donde es necesario centrar la prevención para poder reconocer a un posible agresor a tiempo, y así evitar desenlaces tan terribles como los observados en las noticias, ya casi a diario.

En el pololeo, hay una tendencia a idealizar las relaciones de pareja entre la juventud, lo que se constituye en un obstáculo para dimensionar los problemas que pueden surgir en estas relaciones.

Los padres y la sociedad en general, no acompañan ni apoyan a los jóvenes en la etapa de formar pareja, no enseñándoles a tener relaciones sanas y constructivas. Se tiende a creer que la violencia irrumpe sólo en el matrimonio o, al menos, en la convivencia.

En relación a las causas de la violencia señalada en un estudio realizado por el Sernam, la razón más común son los celos, seguida por los reclamos por consumo de alcohol y la rabia por el rechazo sexual. Hay también diferencias significativas entre las razones de la violencia de hombres y mujeres. Las que han ejercido violencia señalan que lo han hecho por autodefensa y ellos, para intimidar a su pareja.

Con respecto a la relación amorosa, hay mucho machismo, ellas se someten a los intereses del hombre sin que haya cuestionamiento ante el sometimiento. La resolución del conflicto se elude, por no existir formas adecuadas para enfrentarlo, pues es un vínculo de poder muy ambiguo (Fuente: Sernam, “Análisis de la violencia en las relaciones de pareja entre jóvenes”, año 2003).

Dentro de una relación de adolescentes y jóvenes existen tres formas en que la violencia puede ser ejercida. La física, que se define como la agresión no accidental, de magnitud, frecuencia y características variables; la psicológica, que se traduce en el constante hostigamiento verbal hacia el otro en forma de insultos, críticas, ridiculización, control, celos e indiferencia, rechazo; y la sexual, que significa forzar al otro a cualquier tipo de contacto.

La experiencia y el relato de las mujeres que han pasado por VIF, señala que durante el pololeo se presentaron ciertas conductas que podrían haber servido de alarma para lo que ocurrió luego, no obstante, el dejar pasar estas conductas, o el no reconocerlas a tiempo, ha mostrado una correlación positiva con la aparición de conductas violentas por parte de la pareja, con las consecuencias lamentables que he descrito anteriormente. Por eso el llamado está a los cercanos, a los vecinos, a los propios integrantes de la pareja a que den el paso, que denuncien y que salgan de una situación que solo les traerá consecuencias nefastas a sus vidas.

¿Cómo reconocer a una mujer que esta siendo violentada?

Entre los indicadores que pueden presentar las mujeres en situación de VIF, se encuentran (Fuente: Centro de prevención y atención en violencia intrafamiliar, San Pedro):

Lesiones físicas de diversa gravedad

Trastornos emocionales (ansiedad, depresión)

Sintomatología psicosomática, cuadros de salud mental de diversa gravedad, por lo general crónicos o recurrentes.

Ideaciones o intentos de suicidio u homicidio

Alteraciones del sueño, apetito

Abuso de alcohol/drogas/fármacos

Baja autoestima desvalorización, sentimientos de incapacidad, mujeres anuladas.

Miedo, sentimientos de inseguridad, indefensión aprendida.

Ambivalencia, dependencia emocional

Aislamiento social, limitación de la participación.

¿Dónde acudir?

Una vez que me doy cuenta que yo estoy siendo victima de VIF, o veo alguna posible relación de pareja que se pudiera transformar en una relación de violencia, o reconozco los indicadores en alguna persona que conozca, o bien sé de alguna mujer que esta siendo victima de VIF, tengo las siguientes opciones:

Atención a mujeres víctimas de VIF

Centros de mujer (Centros VIF)

Casas de acogida

Linea 149 de Carabineros

Ley 20.066

Nuevas facultades a Carabineros y Jueces: carabineros puede intervenir directamente si se está dando una situación de violencia. Los jueces por su parte pueden tomar de inmediato acciones de protección a la mujer y a sus hijos.

Prevención:

Capacitación

Sensibilización

Talleres de prevención

Redes

Acciones comunicacionales.

Ama como algo natural, tal y como respiras. Y cuando ames a alguien, no empieces a exigir; si no desde el principio mismo estarás cerrando las puertas. No tengas ninguna expectativa. Si algo aparece en tu camino, siente gratitud. Si nada viene, no es necesario que venga, no lo necesitas, no puedes mantener esa expectativa.

Osho.

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